Como parte de su programa de investigación “Redes y sociabilidad en la corte de Francia, siglos XVII-XVIII”, el Centre de recherche du château de Versailles desea publicar artículos relacionados con este tema en el Bulletin du Centre de recherche du château de Versailles.
La corte representaba un verdadero crisol de la sociedad del Antiguo Régimen. En ella se codeaban no solo la familia real, los grandes señores, pero también toda una multitud de titulares de cargos más o menos importantes, que permitían el buen funcionamiento de esta mecánica.
Excepto el príncipe y su familia, este conjunto heterogéneo formaba la domesticidad real y, para ser alojado “en el Louvre” (en la residencia en la que dormía el rey), cada cual tenía que disponer de un cargo acerca de uno de los miembros de la familia real. Dentro de este microcosmos, sin duda alguna se creaban vínculos. Un servicio asiduo y eficaz acerca del rey y de su familia permitía la creación de grandes dinastías curiales que tuvieron relevantes ascensos, entre el siglo XVII y XVIII. Esto era particularmente cierto para la domesticidad que se acercaba directamente al soberano y a la soberana. Desde un punto de vista jurídico, estaba prohibido ostentar otro oficio, en cuanto uno era oficial comensal. Esto seguía siendo teórico, ya que la proximidad con el poder real provocaba necesariamente que se le otorgasen nuevos cargos, a menudo más lucrativos que el principal… No era raro acumular un cargo de ayuda de cámara junto a uno de conserje, o incluso intendente de un castillo real. Los que disponían de cargos ocupaban paulatinamente puestos clave en la administración del castillo, lo que les permitía colocar a toda su progenitura, en las diferentes plazas que habían acumulado.
Todos estos personajes estrechaban por lo general entre ellos vínculos sociales muy importantes que a menudo se materializaban con alianzas matrimoniales: un ayuda de cámara del rey se casaba con una doncella de la reina, un apotecario con una hija de médico, etc. Los matrimonios se negociaban en base a apuestas para el futuro, y no se dudaba en pagar una dote importante para una hija, ya que se pensaba recuperar un cargo relevante en la nueva familia política. Mediante estos pequeños pasos se realizaba con paciencia un ascenso dinástico. Varias familias constituyen un ejemplo perfecto de ello.
Este “mundo” que rodeaba la familia real formaba una especie de gens romana, representada por clanes familiares que acaparaban todos los principales cargos, muy lejos de la especificidad de los oficios que, en su origen, no se podían vender sino asignar, conforme al principio del buen discernimiento real. La venalidad de los oficios (es decir la posibilidad de venderlos entre particulares) surgió de la imperante necesidad de la monarquía de ganar dinero. Madame Palatine, Isabel Carlota del Palatinado, cuñada de Luis XIV no estaba equivocada, al mencionar en sus recuerdos de la corte de Luis XIV, que deploraba que le sirviese: “cuando el rey comía con damas o de viaje, (…)gente que no eran gentilhombres. Antaño, todos los oficiales del rey, como los coperos, los encargados del cubilete, de la fruta, etc. eran gentilhombres; pero desde que la nobleza ha pasado a ser pobre y que todos los cargos se han pagado caro, ha sido necesario recurrir a buenos burgueses que tuvieran dinero”. Los titulares seleccionados seguían sin embargo siendo el objeto de investigaciones de buena vida y buenas costumbres, pero la realeza ya no controlaba directamente las contrataciones, lo que Saint-Simon criticaba encarecidamente a comienzos del reino de Luis XV, intentando convencer al Regente para que retomara las riendas de la distribución de los cargos…
Los artículos propuestos pueden inscribirse en uno o más de los siguientes temáticas e interrogantes:
Las propuestas de artículos deben enviarse a Mathieu da Vinha.
Los artículos serán examinados previamente por el Comité Científico del programa y, en caso de resultar seleccionados, serán evaluados por dos expertos. Se enviará un resumen al autor con la opinión final (favorable; favorable con reservas; reservado; desfavorable).
Los autores deben enviar:
Los autores con un borrador de artículo pueden presentar su propuesta en forma de resumen de aproximadamente 5.000 caracteres que será examinado por el Comité Científico. Si la propuesta es aceptada, el artículo una vez finalizado será evaluado por dos expertos y el autor recibirá la síntesis con el dictamen final.
Las propuestas pueden presentarse en los siguientes idiomas: francés, inglés, alemán, italiano y castellano.