Fabrice Malcor, L’ascension du cardinal de Fleury (1653-1726), coedición Centre de recherche du château de Versailles / Presses universitaires de Rennes (colección “Histoire”, serie “Aulica. L’Univers de la cour”), mayo de 2023, 16,5 × 24 cm, 312 páginas, índice, 26€ (ISBN: 978-2-7535-8856-1).
¿Qué procesos llevaron al vástago de una familia de financieros «medianos» del Languedoc a convertirse, en 1726, en el principal ministro del joven Luis XV? Este logro se debe a varios factores. En primer lugar, a la dinámica global de toda una estirpe de comerciantes de Lodévois, que se remonta al menos al siglo XVI. Luego, a la transición a las finanzas (a través de la gestión de las economías del rey), que se concreta con el abuelo del cardenal en los primeros años del siglo XVII y, sobre todo, con su tío, Pierre-Moïse, tesorero de Francia en la oficina de finanzas de Montpellier. Este último impulsa a ir a París al joven André-Hercule, donde emprende la carrera eclesiástica. Luego, su ascenso se debe acciones individuales, basadas en sus relaciones y contactos, especialmente con el cardenal de Bonsy, y luego con el cardenal de Noailles, quien obtiene de Luis XIV el obispado de Fréjus (1698) para su protegido. Aprovechando sus contactos en la corte y su firme apoyo en favor de la bula Unigenitus, pero manteniendo una actitud crítica hacia los jesuitas, Fleury fue nombrado tutor del futuro Luis XV por Luis XIV, antes de su muerte. Su estrecho vínculo con el joven rey lo convirtió en una figura prominente. La muerte de Dubois y de Felipe de Orleans le dejo un único oponente: el duque de Borbón (1723). En solo tres años, M. de Fréjus pudo eliminar a este rival. Esta hazaña corona una ascensión compleja, una combinación de aspectos colectivos y estructurales, individuales y coyunturales: en definitiva, una trayectoria histórica.
Fabrice Malcor es un alto funcionario. Esta obra se basa en su tesis de historia, presentada en 2016.